La estética de la calle
Kahn, Gustave
Este libro no es solo un libro sobre urbanismo o sobre arquitectura, tampoco es un libro sobre historia o poesía, no es un libro sobre viajes o literatura…, es todo esto y mucho más. Con una prosa que vaga de una idea a otra con la libertad que Kahn se otorga, nos lleva a las calles de Pompeya, pero no a una esplendorosa ciudad antigua, nos cuenta la historia de la gente común, gente que nos ha dejado legados de una vida corriente, incluso que ha tenido tiempo de dejarnos mensajes escritos en los muros de la ciudad; después nos desplaza a Oriente para contarnos cómo son las calles de Las mil y una noches, de cómo viven entre estrechos y sinuosos recorridos, no los califas, sino la gente que recorre y suda por sus calles, que se desplazan del puerto a los zocos, o la Ámsterdam de los canales, tan parecida a Venecia y a la vez tan particular, con sus comerciantes o sus artistas, y principalmente París, con sus estatuas, puentes o plazas, pero también de sus edificios, con sus cañerías, los váteres o las lámparas que iluminan los carteles que adornan sus fachadas. Las historias que Kahn nos va relatando, de amoríos imposibles o sublimes, borrachos en fiestas interminables, célebres asesinatos o timadores en busca de imprudentes transeúntes, no son inocentes, como tampoco lo son las ciudades, ya sean antiguas o modernas, la ciudad es el marco y también el escenario de la vida y en este ensayo lo que nos está invitando a hacer el autor es aprender a vivir sus calles, dejar vagar la imaginación libremente con nuestros deseos y recuerdos, ya que cada calle es un lienzo de leyenda y de crónica.